Monday, January 15, 2007

El callejón maldito

Hoy otra vez, como todas las noches, tuve que caminar por el "callejon maldito" para llegar a mi casa. Desde hace más de un año este callejon que conecta el parqueadero con la entrada al condominio donde vivo paso de ser una via tranquila y a veces obscura a convertirse en la fuente de todos mis temores e inseguridades. Hace un años más o menos mi mama me contó que en ese callejón unos ladrones habían sorprendido por "detrás" (as funny as it sounds) a un vecino apuntandolo con una pistola, le habían robado su laptop y hasta unos equipos del trabajo que traía. En ese entonces me asombre y sentí mucho temor aunque secretamente pensé "he had it coming .. " , es decir , ¿quien camina por un callejón desolado tan cargado de equipos y sin ninguna precaución?.
Como dueña de una laptop este robo era un claro aviso de que debía tener más cuidado de andar "bandereandola" por ahí. Con un apropiado plan estaba segura de que podía evitar que pase lo mismo que a mi vecino. Desde ese día puse mi plan en marcha: cada vez que tenía que cruzar el obscuro callejoncito volteaba en busca de algún movimiento sospechoso, un plan muy elaborado, claro. Con esto, creía ser capaz de darme cuenta de la presencia de un criminal y anticiparme a sus intenciones para con mi inocente laptitop. Estaba claro: si veía alguien por ahí, debía correr sin parar, esto me salvaría del robo, sip.
Estaba segura de que mi estrategia de "máxima seguridad" despistaba a los ladrones, hasta que llegó aquel fatídico día. Mi esposo y yo, por primera y única vez en nuestros tres años de casados, coincidimos al llegar al paqueadero. Su presencia borró toda preocupación de mi mente y anuló mis defensas: ningún ladrón en su sano juicio me atacaría estando protegia por el.
El momento que ví la pistola apuntandonos fue de esos que duran solo segundos pero en los cuales todo aquello en lo que basamos nuestra existencia pasa por la mente solo para restregarnos en la cara lo perdidos que estamos. No, obviamente mi esposo no asustaba a ningún ladrón, los ladrones tienen pistolas y eso hace que no se asusten facilmente. No, mis super seguras estrategias anti-robo no despistaban a nadie, solo que hasta ese día nadie me había querido robar. Si, nada iba a impedir que se lleven nuestros artefactos más preciados, porque los cuales habíamos trabajado tanto, porque ellos tenían pensado como robarnos desde hacía algún tiempo.
Luego de un año con mucho esfuerzo logré comprar una nueva laptop, mi esposo recibió una unos meses despues del robo, los documentos los volví a sacar. Pero lo que se fue para siempre fue mi tranquilidad. Todas las noches, sin excepción alguna, llego llena de temor a la casa. Me quedo sentada en el carro apagado durante varios minutos pensado en como hacer para no pasar por ese callejón. Todas las noches me repito que debo confiar en que nada pasará, me bajo del carro y me detengo en la puerta del parqueadero y suspiro. Miro a todos lados y .. corro, corro como loca mirando cada instante hacia atrás (a expensas de las burlas de quien sea que pase por esa calle), y ruego no volver a toparme con esos ladrones, no volver a vivir esa experiencia nunca más. Solo queda rogar, porque confiar, ya no puedo.

1 comment:

Anonymous said...

me parese muy interesante pero deverian hacerlo más facil de encontrar