Monday, November 19, 2007

Del mar, los hombres y algo más

Aquella tarde de julio en la playa de Sitges, a una hora de Barcelona, vivimos uno de los momentos mas raros de nuestra existencia. Era el escenario perfecto para culminar un par de semanas maravillosas en las que lograrmos sentirnos verdaderamente libres. Una sensación, que no todos en sus vidas logran experimentar, de paz total y una mezcla absurda entre quemimportismo y comunión con el mundo y su naturaleza.
Nos divertíamos con los que parecían interminables juegos en la playa, riendo con esa inocencia y tranquilidad que solo los niños tienen. En el climax de nuestro comportamiento infantil nos creímos invencibles y decidimos que eramos capaces de configurar una piramide humana sobre el agua. Convencidos de lograrlo, convocamos aún a mas personas, incluyendo a los probres cristianos que hasta el momento habían permanecido en la arena, sin saber por supuesto, las consecuencias de aquello. Los intentos por lograr la pirámide fueron inútiles, y muchos de ellos llegaron al limite de lo absurdo, entregando a nuestros espectadores imágenes risibles que muy seguramente nunca lograran borrar de sus mentes.
Al fin, cuando nos dimos cuenta de la hora, desistimos de nuestra empresa. Uno a uno empezamos a salir del agua, entre decepcionados y divertidos. Y fue en ese momento cuando pasó... jamas olvidaré el rostro del agredido, su cara impasible, que no reflejaba dolor, solo preocupación y sus ultimas frases antes de perder la razón :"chicos, por favor, denme la mano, que acabo de pisar algo, creo que es una botella".
La alarma fue total y acudimos a socorrerlo sin pensar, sin chistar. Fuera del mar la tesis del pedazo de vidrio quedo invalidada. Con horror, mas que con tranquilidad, vimos como la planta de su pie sangraba desde la incrustación de una especie de clavos de acero. Sin una idea clara de que podría ser aquello que había aparecido de pronto y al azar, lo sacamos levantado del mar. Más pronto de lo esperado, conocimos que el atacante era un insignificante y pequeño erizo. Otros bañistas que presenciaron el espectáculo nos confirmaron que la desgraciada criatura había atacado solo minutos antes a una niña.
Con todos estos antecedentes nuestra victima empezó a perder el control y sus gritos alarmaron a los pálidos europeos alrededor. Pensé para mi misma "este es el momento decisivo. O tomamos acción o lo abandonamos en su dolor". Para mi sorpresa y frustración mis acompañantes, todos hombres, quienes solo minutos antes parecían capaces de grandes proezas (por lo menos sobre el agua), no atinaban más que a mirarse mutuamente con temor e incomodidad ante la situación. Anonadada ante tanta pasividad, no me quedo otra que tomar la iniciativa, pese al dolor que esto podría causar. Empecé intentando remover las puas con las uñas, mi unica herramienta en el momento. Lo más sorprendente, sin embargo, fue la actitud de tranquilidad que mis compañeros adoptaron en el instánte justo en el que alguien más se hizo cargo del problema.
Remover las puas por fuera dió paso a un mayor problema. La punta de dichas puas aún permanecían dentro del pié y ahora necesitaba herramientas mucho más precisas que mis uñas. Los gritos de la victima más la pasividad de mis acompañantes provocaron mi rápida indignación. Quienes me conocen algo saben que esto llega frecuentemente acompañado de un gran oleaje de iniciativa facilmente confundible con autoritarismo. Inmediatamente les ordené que busquen herramientas mas efectivas, que traigan toallas limpias y agua dulce para desinfectar las heridas. Mis gritos "mandones" funcionaron y al tiro aparecieron con pinzas de todos los tipos y colores. Al fin luego de varios intentos, berrinches de dolor y constantes chorros de sangre logré sacar un par de puas, pero hubo una última que me fue imposible atrapar.
Al anunciar que no podía removerla, una vez más todos los hombres dieron un paso atrás y pusieron su cara de "y...dejalo ahi no mas...". Solo la otra mujer del grupo se atrevió a intentarlo con total éxito.
Comparto mi conclusión con ustedes:
Los hombres, criaturas maravillosas, independientes, exploradoras e inteligentes , son capaces de romperse una pierna por jugar un deporte, de romper corazones a diestra y siniestra, y logran llevar a cabo hazañas inimaginables cuando se trata de competir. No lo niego, nos resultan totalmente atractivos y en momentos hasta imprescindibles. Pero, siendo totalmente objetiva y sincera, espero nunca tener que afrontar una situación de esta índole, ni una de mayor envergadura, estando acompañada solo de maravillosos (pero a la par pasivamente inútiles) hombres.

3 comments:

vrzelda said...

jajajaja, me dio un poco de risa la historia. Un poco porque las mujeres son personas por lo general" mas proactivas y grandes solucionadoras de problemas (a excepción de la inutil de la presidenta bachelet que ha resultado ser un fiasco de mujer).
Me acorde de hace unos meses mi suegra se corto el dedo con un vaso, un corte demasiado fuerte dejando un "cuajo" de piel grande colgante. Me llamó muy intranquila e inmediatamente supe que hacer y tome el control de la situación. Mi esposo aterrado ante la idea de ver sangre retrocedia asqueado y tambien algo preocupado pues no sabia que hacer. Hay momentos graves en los que EL toma el control, cuando me han robado, si me caigo, si me tratan mal, el maneja la situación con facilidad. Pero cuando se trata de ver sangre brotando sale despavorido y su cara de confusión es realmente muy comicaXD. Creo que algunas personas no saben como reaccionar ante ciertas cosas y otras si:)

Snake Eyes said...

La verdad que para muchas cosas las mujeres son mas proactivas que nosotros, por eso la madre es "madre", porque tiende a solucionar problemas que el impávido padre no atinaría a remediar. Particularmente creo que de haber estado presente en la situación que describiste me hubiera quedado tan anonadado como los demás "machos" presentes, yo llamaba una ambulancia pero ni de chiste removía la pua en el pié del tipo :S, como diría el Dr. Chapatin, "ya me dio cosas" :P

Mafalda said...

vrzelda: es totalmente cierto, no en todo son unos impávidos, pero ... como amagan jaja.

snake eyes: los machos del grupo efectivamente pensaron como tu y trataron de buscar un puesto de auxilio. Luego de demorarse la vida regresaron sin resultados. Y lo que no publiqué en el post es que eran las 18:30, teniamos que tomar el tren de regreso a las 19:30 y.. "la víctima" tenía que tomar el avión de regreso a su país a la 01:00 am del día siguiente. Fue un de esos momentos Macgyver, en serio.